2 de mayo – Día Internacional el contra Acoso Escolar

EL ACOSO ESCOLAR DESPUÉS DE LA LO 8/2021, DE 4 DE JUNIO.

Un día más nos levantamos con la terrible noticia de un suicidio de una chica de 21 años en Gijón, tras estar sufriendo durante años el acoso escolar. De igual manera, recordamos que en el mes de abril hemos recibido la noticia de otra sentencia del Tribunal Supremo donde se condena a un colegio de Aranjuez por haber ignorado un caso de acoso escolar de índole racista, y no haber ejercitado su deber de guarda con una niña que durante años estuvo siendo maltratada por sus iguales en clase, en el patio, en el comedor… Sentencia que venía aparejada a una indemnización a la victima de 10.000 euros.

No es la primera vez que el alto tribunal reitera la condena a un colegio como institución y sus los responsables por haber mirado a otro lado, haber negado los hechos y no haber dado la importancia que tenían. Todo ello, para invisibilizar el acoso escolar sufrido y no perjudicar la reputación del centro educativo. No podemos olvidar que el acoso escolar deja secuelas de por vida, crea una culpabilidad a la víctima difícil de superar, y la debilita psicoemocional y físicamente. Además, la predispone a intentos autolíticos cuando se ve acorralada y sin salida para su dolor físico y emocional. Hoy día, el acoso escolar perdura en el tiempo debido a ser ejercido también en las redes sociales, creando una vulnerabilidad mayor en las víctimas tras el abandono del centro escolar.

La LO 8/2021, de 4 de junio de protección a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, de momento no ha servido para respetar la voz y el mensaje de los niños y las niñas que sufren este tipo de violencia. Los suicidios en adolescentes por acoso escolar han crecido en los últimos años desde la pandemia. A la invisibilidad de ser escuchados, se les suma el doble maltrato de la institución educativa. Es más, en la propia ley no se recoge el maltrato institucional que doblemente soporta la víctima. De esta forma, probar la participación del colegio por inacción es muy complicado: la falta de la puesta en práctica de los protocolos, la activaron canales de denuncia o medios para frenar el bulling entre pares, o la ignorancia de los hechos por los responsables del colegio…

Entender que un colegio es un espacio seguro no pasa por su decoración agradable y colorista; sino que ha de ser entendido como un espacio donde NNA sean plenamente felices, sin peligrar su integridad física ni psicoemocional. Todos nosotros tenemos una responsabilidad aparejada cuando un niño o niña sufre maltrato y no lo ponemos en conocimiento. No olvidemos que mañana puede ser nuestro hijo.

Myriam Fdez. Nevado

Consultora internacional en Infancia, Familia y Derechos.

Abogada de NNA, politóloga y socióloga, mediadora, perito forense psicosocial.

 

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